En sistemas, los fallos no son una posibilidad remota: ocurren. Puede ser un corte eléctrico, un problema de climatización, un fallo de hardware o un operador de red que deja de dar servicio. La diferencia entre que ese fallo afecte a los clientes o pase inadvertido está en una palabra: redundancia.
Uno de los puntos más críticos en cualquier Centro de Datos es el suministro eléctrico. Si se detiene la energía, se detiene todo. En sys4net lo tenemos claro:
Doble acometida eléctrica
No dependemos de un solo punto de entrada de la red. Si un centro de transformación falla, el otro sigue suministrando energía.
Grupos electrógenos en configuración N+1
Son generadores de respaldo que arrancan automáticamente en caso de apagón. La configuración N+1 significa que siempre hay uno más del necesario, preparado por si algún generador fallara.
Cadenas A+B con UPS modulares
La electricidad no llega directa a los servidores: pasa por sistemas de alimentación ininterrumpida (UPS). En nuestro caso, son modulares y en doble cadena (A y B). Esto garantiza que, incluso si se corta una línea o se mantiene un módulo, la otra cadena sigue alimentando los equipos.
Transformadores de aislamiento
Actúan como un “filtro” entre la red y nuestros sistemas, eliminando ruidos eléctricos o picos de tensión que podrían dañar los equipos.
Gracias a esta combinación, la energía nunca depende de un único elemento. Siempre hay un respaldo esperando para entrar en acción, y lo hace de manera automática y transparente.
Ambiente controlado: climatización con equipos InRow en configuración N+2, que mantienen temperatura y humedad incluso si uno se detiene. Este control constante alarga la vida de los equipos y evita incidencias críticas.
Red sin puntos débiles: conectividad multihomed con BGP y anillo de fibra dual, lo que asegura varias rutas de acceso a Internet. Así garantizamos que el tráfico siempre encuentre un camino disponible, incluso ante una caída externa.
Seguridad física: sistemas de detección y extinción con gas FM-200, videovigilancia y control de accesos. A esto se suma la supervisión 24/7, que nos permite anticipar y actuar de inmediato ante cualquier incidente.
Gracias a esta filosofía, podemos ofrecer más de un 99,9 % de disponibilidad anual y realizar mantenimientos sin que los clientes lo noten.
Redundar no es tener un plan B guardado en un cajón: es tener todos los planes funcionando en paralelo.